Bodega situada a las afueras de una pequeña aldea extremeña de apenas 300 habitantes: Aldea de Cortegana, en la provincia de Badajoz, en pleno centro del triángulo Almendralejo, Badajoz, Mérida.
Rodeada por inmensos campos de viñas y olivos y por el silencio más absoluto.
En este entorno de paz, donde la inspiración parece nacer, se levanta una bodega de arquitectura tradicional, equipada en su interior con la última tecnología al servicio de la elaboración y embotellado de vinos. Una bodega de apariencia austera cuya única pretensión es sorprender en la copa.